(Traducido por Google) Como me apasiona la cocina y la gastronomía desde hace tiempo, esta fue mi primera experiencia en un restaurante con dos estrellas Michelin. Hasta entonces, solo conocía restaurantes con una estrella y las recomendaciones de la Guía Michelin.
Comida:
Elegí el menú "La Vuelta al Mundo" de 8 tiempos, con bebidas sin alcohol incluidas. Cabe destacar que se pueden intercambiar platos/tiempos entre el menú "normal" y el vegetariano a voluntad. Por lo tanto, es bastante personalizable. Si bien la mayoría de los platos se describen con ingredientes "normales" y familiares, lo que llega no es para nada "normal". Los platos son innovadores, juegan con texturas y los sabores son perfectos. Los platos se presentan con precisión (respeto y condolencias para quien tenga que preparar esas verduras cortadas en brunoise y para quien tenga que cortar el aguacate en láminas finas) y también son un deleite para la vista. Para mí, aquí se crean pequeñas obras de arte en el plato, que no solo lucen hermosas, sino que también saben bien.
Servicio:
Tenía ciertas expectativas sobre el servicio, ¡pero se cumplieron con creces! Te acompañan a tu mesa, te sientan, te describen cada plato y te explican el maridaje de bebidas (por qué se eligió así y por qué complementa el plato). Lo que me impresionó personalmente fue la atención del servicio: si te quedas sin agua, te la rellenan sin que te lo pidan, así que siempre tienes algo para beber. Además, una vez se me metió algo entre los dientes. El camarero se dio cuenta y me trajo palillos sin que se lo pidiera. El servicio siempre fue amable, cortés, atento y atendió todas las peticiones, si las hubiera.
Ambiente:
El restaurante tiene pocas mesas, por lo que el nivel de ruido es bajo. Te sientes privado, ya que hay suficiente espacio entre las mesas y la decoración (por ejemplo, las cortinas) crea privacidad. La decoración sigue un diseño claro y no está elegida al azar. En general, me sentí cómodo.
En general:
En general, estoy muy satisfecho con mi visita a Ammolite. Claro, es un poco más caro, pero en mi opinión, la experiencia valió la pena.
(Original)
Da ich mich nun schon längere Zeit für Kulinarik und Gastronomie begeistern kann habe ich mich mit diesem Restaurant zum ersten Mal an ein 2-Michelín-Sterne Restaurant ran getraut. Bekannt waren mir bisher nur 1-Sterne und Empfehlungen im Guide Michelín.
Essen:
Ich habe das 8-Gänge „Around the World“ Menü gewählt, inklusive nicht-alkoholischer Getränkebegleitung. Hervorzuheben ist hier, dass man die Gerichte/Gänge zwischen dem „normalen“ Menü und den vegetarischen Menü beliebig tauschen kann. Es ist also ein Stück weit individualisierbar. Während die Gänge zum Großteil mit „normalen“ und bekannten Zutaten beschrieben werden ist das was ankommt keinesfalls „normal“. Die Gerichte sind innovativ, es wird mit Texturen gespielt und der Geschmack ist on point. Gerichte werden mit Präzision angerichtet (Respekt und mein Beileid wer dieses kleine brunoise geschnittene Gemüse zubereiten muss und an die Person, die die Avocado hauchdünn aufschneiden muss) und sind ebenfalls was fürs Auge. Für mich entstehen hier kleine Kunstwerke auf dem Teller, die nicht nur schön aussehen, sondern auch gut schmecken!
Service:
Ich hatte gewisse Erwartungen an den Service, diese wurden aber darüber hinaus erfüllt! Man wird zum Tisch geleitet, platziert, jedes Gericht wird beschrieben und die entsprechende Getränkebegleitung erklärt (wieso diese so ausgewählt wurde und weshalb sie passend zum Gang ist). Was mich persönlich begeistert hat ist die Aufmerksamkeit des Services: Neigt sich das Glas Wasser dem Ende, wird dieses unaufgefordert nachgefüllt, man hat also immer etwas zum trinken. Weiterhin hatte sich einmal etwas zwischen meinen Zähnen verfangen. Der Service hat dies gesehen und mir unaufgefordert Zahnstocher gebracht. Der Service war immer freundlich, zuvorkommend, aufmerksam und ging auf alle Wünsche ein, sofern man welche hatte.
Ambiente:
Es gibt nicht viele Tische im Restaurant, weshalb der Geräuschpegel ruhig ist. Man hat das Gefühl privat zu sein, da genügend Abstand zwischen den Tischen besteht und durch die Einrichtung (z.B. Vorhänge) Privatsphäre geschaffen wird. Die Einrichtung folgt einem klaren Design und ist nicht wild und zufällig gewählt. Ich habe mich insgesamt wohl gefühlt.
Gesamt:
Insgesamt bin ich sehr zufrieden mit meinem Besuch im Ammolite. Klar ist es etwas teurer, jedoch hat es sich in meinen Augen für die Erfahrung gelohnt.