(Google による翻訳)今日、人生で最も刺激的で、本物で、感動的な体験の一つを経験しました。
どう表現したらいいのか分かりませんが、ニューヨークのハーレムでゴスペルコンサートの真っ最中、近所の人々、観光客、そして礼拝者たちに囲まれて座っていたあの場所で、何が私を感動させたのかを言葉で表現したいので、あえて述べてみます。
単なる光景ではありませんでした。歴史、信仰、苦難、音楽、そして移民との出会いでした。教会に入り、自分自身の殻を破ったような体験でした。コミュニティ、伝統、アイデンティティの一部となることの意味を、少しだけ理解することができました。それは感動であり、喜びであり、求めていたわけではない涙でした。
私は「ミュージカルショー」、いわゆる観光客向けのショーを観るつもりで教会に着きました。しかし、中に入って最初の声、あの信じられないほど力強く、魂のこもった歌声を耳にした途端、私はもっと深い何かを体験しようとしていることを悟りました。
それは、アフリカ系アメリカ人の歴史が歌に込められたものだったのです。それは抵抗と希望がリズムに表れたものだった。
痛み、信念、エネルギー、祝福、感謝、これらすべてが音楽という形で一つになった。
そして、その場に引き込まれずにはいられなかった。
溢れんばかりの情熱で歌う男女。
まるで集団の祈りのように高まる合唱。
ピアノ、オルガン、拍手、ダンス。
言葉では言い表せないけれど、肌で感じるあの繋がり。
いつ涙が溢れたのかもわからない。
いつみんなと一緒に拍手を始めたのかもわからない。
でも、歓迎されていると感じ、その一部となり、感謝の気持ちを抱いていたことは確かだ。
こういう経験は計画するものではなく、受け入れるものだ。
そして、今日私が受け取ったものは、音楽以上のものだった。
それは謙虚さ、歴史、そしてコミュニティについての教訓だった。
それは、ニューヨークを表面ではなく、内側から体験する方法だった。
ハーレムにはそれがある。外側から見ると偏見に満ちていることが多いけれど、時間をかけて歩み、生きてみると、温かさと心のこもった言葉に溢れています。
そしてゴスペルは、その最も真摯な表現の一つです。
なぜなら、ゴスペルは宗教と文化、信仰と移住を融合させ、音楽を通して、身体を通して、そして合唱を通してそれを実現するからです。
ニューヨークに来るすべての人に、ぜひ訪れて、ゴスペルを体験していただきたい。
敬意と寛容さ、そして真摯な好奇心を持って。
単なる観光名所ではありません。本物です。
扉を開き、魂を込めて歌い、誇りを持って自分たちの存在と感情を分かち合うコミュニティです。
今日、私たちを温かく迎えてくださった皆様に心から感謝いたします。
私の心に触れたすべての声に感謝します。
私を知らないにもかかわらず、私を包み込んでくれたすべての視線に感謝します。
ぜひ、お越しください。座って、聴いて、拍手してください。
そして、あなたの内側にある何かを永遠に揺り動かし、あなた自身の物語を思い出しながら、泣き、笑ってください。
(原文)
Hoy viví una de las experiencias más emocionantes, auténticas y conmovedoras de toda mi vida.
No sé bien cómo empezar a describirlo, pero lo voy a intentar, porque quiero que quede en palabras lo que me pasó el alma estando ahí, sentado entre vecinos, turistas y fieles, en medio de un concierto de gospel en Harlem, Nueva York.
No fue solo un espectáculo. Fue un encuentro con la historia, con la fe, con la lucha, con la música y con la migración. Fue entrar en una iglesia y salir de mí mismo. Fue entender un poquito más de lo que significa ser parte de una comunidad, de una herencia, de una identidad. Fue emoción, fue alegría, fue lágrimas que no busqué pero llegaron.
Llegué a la iglesia con la idea de ver “un show musical”, algo turístico. Pero apenas entré y empecé a escuchar las primeras voces —esas voces increíbles, potentes, llenas de alma— entendí que estaba por vivir algo mucho más profundo.
Era la historia afroamericana hecha canto.
Era la resistencia y la esperanza hechas ritmo.
Era el dolor, la fe, la energía, la celebración, el agradecimiento, todo junto en forma de música.
Y fue imposible no dejarme atravesar.
Mujeres y hombres cantando con una pasión que desborda.
Coros que se elevan como una oración colectiva.
El piano, el órgano, los aplausos, los bailes.
Y esa conexión que no se explica con palabras pero se siente en la piel.
No sé en qué momento se me llenaron los ojos de lágrimas.
Tampoco sé en qué momento empecé a aplaudir con todos.
Pero sí sé que me sentí bienvenido, parte, agradecido.
Este tipo de vivencias no se planifican, se reciben.
Y lo que recibí hoy fue mucho más que música.
Fue una lección de humildad, de historia, de comunidad.
Fue una forma de sentir a Nueva York desde adentro, no desde la superficie.
Harlem tiene eso.
Escrita muchas veces con prejuicio desde afuera, pero llena de calor y corazón cuando uno se toma el tiempo de caminarla y vivirla.
Y el gospel es una de sus expresiones más genuinas.
Porque mezcla religión con cultura, fe con migración, y lo hace desde la música, desde el cuerpo, desde el canto colectivo.
Quiero invitar a todas las personas que vengan a Nueva York a que se acerquen a vivirlo.
Con respeto, con apertura, con curiosidad sincera.
No es solo algo turístico. Es algo real.
Es una comunidad que abre sus puertas, que canta desde el alma, que comparte con orgullo lo que son y lo que sienten.
Gracias de corazón a quienes nos recibieron hoy.
Gracias a cada voz que me atravesó.
Gracias a cada mirada que me abrazó sin conocerme.
No se lo pierdan. Vengan. Siéntense. Escuchen. Aplaudan.
Y dejen que algo dentro de ustedes se mueva para siempre, lloren y rían recordando su propia historia !