(Google 번역 제공) 우리는 두 마리의 개와 함께 있었기에 길거리 테이블에서 식사를 할 수 있냐고 물었습니다. 벤치와 테이블이 하나로 연결된 바비큐 테이블에 앉았습니다. 그들은 예쁜 식탁보와 냅킨을 깔고는 곧바로 음식을 가져오기 시작했습니다. 칸타브리아 토마토, 피망을 곁들인 카브랄레스 치즈, 그리고 초리소 몇 조각을 곁들여 나눠 먹을 작은 접시 세 개였습니다. 놀라서 우리용이 아니라고 하자, 그는 "네, 당신용입니다."라고 말했습니다. (우리는 깜짝 놀랐습니다. 무슨 일인지 전혀 몰랐습니다.) 잠시 후, 친절한 사장님이 나오시더니 어린 양고기, 어린 염소, 투단카 립을 주문한다고 하시고, 두 사람용이라 테이블에 합의해야 한다고 하셨습니다. 모든 재료가 최고였습니다. 사장님은 궁금해서 감자튀김은 팬에 구워서 나오는데, 여름에는 손님이 많아서 당연히 제공할 수 없다고 하셨습니다. 사장님은 디저트 세 가지를 가져다 주셨고, 우리는 커피 세 잔을 주문했습니다. 음료는 와인 두 잔, 맥주 세 잔, 그리고 물을 주문했습니다. 맛있게 먹었지만 과하게 먹지는 않았습니다.
놀라운 건 243유로, 1인당 61유로라는 가격이었습니다. 어떤 선택지도, 어떤 탈출구도 없이 말이죠. 저는 갈비를 두 개 주문했는데, 음료도 커피도 포함되지 않은 55유로짜리 메뉴였으니 개당 20유로 정도였을 겁니다.
일반적인 메뉴와 다른 메뉴를 제공하는 다른 식당에서는 손님을 맞이할 때 보통 "여기서 식사해 보셨나요? 저희는…"이라고 말합니다. 수에사 농장처럼 계란과 감자만 제공하는 곳에 가서 20유로만 내면 되는 곳에서도 이런 식의 행동은 흔한 일입니다. 하지만 계란이나 히자(jija) 같은 건 안 먹는 사람도 있을 수 있으니까요. 정보는 잘못된 게 아닙니다.
제 생각에는 지나가는 불만 있는 사람을 이용하는 것 같습니다. 길거리 소박한 테이블에 앉아 있었으니 그런 일이 일어날 거라고는 상상도 못 했어요. 참, 갈비 두 조각에 양상추와 세 가지 애피타이저를 나눠 먹는 데 그렇게까지 돈을 내라고 하다니, 감자는 정말 말도 안 되는 소리죠. "우리가 만들 수 없어"라는 말은 20유로나 25유로 정도면 괜찮을지도 몰라요. 1인당 61유로를 내야 한다면, 라 봄비, 카냐디오, 리오하노처럼 하고 싶어요... 뭐, 모든 게 완벽하잖아요.
참, 저희는 좀 더 편안하게 지낼 수 있는 나이에 결혼한 두 커플이었지만, 아이를 둔 젊은 부부는 어떻게 될지 상상도 안 돼요. 아이들 때문에 휴가 예산이 탕진되거든요...
그리고 네, 화장실에 엄청 집착하는 것 같아요. 이 사실을 분명히 보여주는 댓글들이 많아요. 서비스에 대해 물어봤더니, 도착했을 때 테이블을 차려준 직원이 무례하게 제가 손님이냐고 물었어요. 고객에게 세심한 주의를 기울이든가, 아니면 그냥 참아내든, 고객에게 의문을 제기해서 불편함을 느끼게 해서는 안 됩니다. 특히 기준을 너무 높게 설정한 경우에는 더욱 그렇습니다.
(원문)
Pedimos comer en una mesa en la calle porque íbamos con dos perretes. Nos sentamos en una mesa de campa de barbacoas, de estas que el banco y la mesa son una unidad, nos ponen un buen mantel y servilletas y, sin más, empiezan a traer cosas... tres platitos para compartir con tomate de Cantabria, cabrales con pimientos y unas rodajas de chorizo. Sorprendidos, indicamos que no es para nosotros y nos dice "sí, es para vosotros" (flipamos, no sabíamos qué pasaba). Al cabo de un rato sale el dueño (majo) y nos dice que hay lechazo, cabrito y costilla de tudanca y que hay que ponerse de acuerdo, porque lo que se pida es para dos personas. Todo el producto es de calidad. Como curiosidad, nos dice que las patatas fritas las hacen en sartén y, claro, como en verano hay mucha gente, no las pueden poner.. Nos pusieron tres postres y pedimos 3 cafés. Para beber, pedimos dos copas de vino, tres cañas y agua. Comimos bien, pero no excesivo.
La sorpresa, que pagamos 243 €, es decir, a 61 € por persona. Así, sin haberlo decidido nosotros ni habernos dado opción (ni escapatoria posible). Comí dos costillas, que debieron salir a razón de unos 20 € cada una, teniendo en cuenta que es un menú de 55 € donde ni la bebida ni el café estaban incluidos...
En otros sitios donde se hacen cosas diferentes a la típica carta, lo primero que te suelen comentar según te atienden es el típico "¿habéis comido alguna vez aquí?, aquí ponemos...". Cosa normal, aunque vayas a la granja de Suesa, que solo ponen huevos con patatas y pagas solo 20 €... Pero igual hay alguien que no come huevos, jijas, etc... La información no está de más.
A mi juicio, eso es aprovecharse del infeliz que pasa por allí. En ningún momento imaginamos que iba a ser nada parecido viendo que nos sentábamos en una mesa campestre en la calle. Por cierto, si me vas a cobrar eso por dos costillas con lechuga y tres tapitas de entrante a compartir, lo de las patatas es totalmente injustificado. Eso de "no las podemos hacer" puede tener un pase si me cobras 20 o 25 €, si tengo que pagar a razón de 61€ por persona, ya quiero que sea como en La Bombi, Cañadío, Riojano... es decir, todo perfecto.
Por cierto, nosotros éramos dos matrimonios de una edad que ya nos permite estar algo más acomodados, pero no me imagino si esto le pasa a una pareja jóven con hijos. Se comen el presupuesto de las vacaciones...
Y sí, están obsesionados con lo del baño. Hay muchos comentarios que lo ponen de manifiesto. Pregunté por el servicio y una empleada (que nos puso la mesa al llegar) me preguntó, de malos modos, si era cliente. O te fijas bien en tus clientes, o te tienes que aguantar, pero no puedes cuestionar al cliente y hacerle pasar un rato incómodo, sobre todo si pones el listón tan arriba.