(Google による翻訳)アシエンダ・フリカは、到着した途端、思わずペースを落としたくなる場所の一つです。コロニアル様式のアシエンダ建築は見事に再現されており、細部にまで気を配り、ゆっくりと歩き、空間を堪能するようになります。パティオと庭園は実に美しく、広々としていて手入れが行き届いており、静寂に包まれ、ついつい長居したくなります。
部屋も素晴らしい選択でした。広々として快適で、清潔感があり、心地よい安らぎを感じました。誰にも邪魔されずにリラックスできる、まさに至福のひとときです。結婚記念日のお祝いに訪れましたが、雰囲気という点では、特別な旅を彩る要素がすべて揃っていました。
気に入らなかった点
サービスがもう少し良ければ、完璧な体験だったでしょう。午後5時頃にモーターロビーに到着したのですが、出迎えてくれる人が全くいませんでした。見た目からは温かみのある雰囲気を想像していたホテルなのに、冷え切ったスタートでした。受付には係員が一人しかおらず、しかも電話で話中だったので、待たされるのは避けられませんでした。
アップグレードについて尋ね、差額を支払うことを申し出たところ、確認もされずに「空室がありません」という返事が返ってきました。もちろん、Booking.comでは空室があると表示されていたのとは対照的です。
部屋に案内された後、荷物を運ぶのを手伝ってくれる人もいませんでした。たとえ荷物が軽くても、最低限のホスピタリティは期待できます。部屋に案内されることもなく、ホテルの案内表示もわかりにくく、結局部屋を見つけるまで何度か歩き回る羽目になりました。
レストランでの経験は台無しになりました。比較的空いていたにもかかわらず、ウェイターはビュッフェの仕組みを説明したり、案内をしたりしませんでした。
そして、どのレストランでも基本的なことですが、ドリンクメニューは必ずあるはずです。何を注文すればよいかだけでなく、いくら支払うのかを正確に知るためにも必要です。
アペロール・スプリッツを注文したのですが、正直言って、メニューがあったらこんなドリンクは載っていないはずです。出てきたのは、アペロールに何かのワイン(プロセッコではないことは確か)を混ぜたもので、他には何もありませんでした。アペロール・スプリッツでも、カクテルでもなく、ただ単に下手に作られていただけです。
幸い、ジントニックは問題ありませんでした。
料理を待っている間に、軽食もいくつか注文しました。テーブルには小皿とスプレッディングナイフが置いてあったので、料理も付いているだろうと思っていました。パンやトルティーヤチップス、あるいは少なくともクラッカーくらいは出てくるようなセットです。ウェイターは持って来ると言ったものの、結局来ませんでした。
サービスは一貫性がなく、誰も近づいてこない時間が長く続き、その後はほんの少しだけ気を配ってくれることもありましたが、その経験のバランスを取るには十分ではありませんでした。
料理はまあまあで、まずまずでしたが、サービスのせいで、全体的に洗練されていないように感じました。
(原文)
Hacienda Jurica es de esos lugares que te hacen bajar el ritmo apenas llegas. La arquitectura de hacienda colonial está tan bien resuelta que uno empieza a mirar detalles, caminar más lento y disfrutar el espacio. Los patios y jardines son realmente muy bonitos: amplios, cuidados y llenos de esa calma que invita a quedarse un rato más.
La habitación también fue un acierto: amplia, cómoda, limpia y con una tranquilidad que se agradece. Esa sensación inmediata de que puedes relajarte sin interrupciones.
Fuimos a celebrar nuestro aniversario de bodas, y en cuanto al ambiente, el hotel tiene todo para acompañar un viaje especial.
Lo que no me gustó
La experiencia habría sido redonda… si el servicio acompañara. Al llegar al motor lobby alrededor de las 17:00 hrs, no había absolutamente nadie para recibirnos. Un inicio frío para un lugar que, por lo que proyecta, promete algo más cálido.
En recepción, solo una persona atendiendo y ocupada en una llamada, así que la espera fue inevitable.
Cuando pregunté por un upgrade —pagando la diferencia— la respuesta fue un “no hay disponibilidad” automático, sin siquiera revisar. Y claro, esto contrasta con lo que aparecía en Booking, donde sí figuraban habitaciones libres.
Después de entregarnos la habitación, nadie se ofreció a ayudarnos con el equipaje; aunque fuera ligero, uno espera ese mínimo gesto de hospitalidad. Tampoco nos guiaron hacia el cuarto y, con la pobre señalización del hotel, terminamos dando un par de vueltas antes de dar con nuestra habitación.
El restaurante fue donde la experiencia perdió fuerza. Aunque estaba relativamente vacío, ningún mesero explicó cómo funcionaba el buffet ni ofreció una mínima orientación.
Y algo básico en cualquier restaurante: se espera contar con una carta de bebidas, no solo para saber qué pedir, sino para tener claro cuánto vas a pagar.
Pedimos un Aperol Spritz y, sinceramente, si existiera una carta, ese trago probablemente no debería estar en ella. Lo que sirvieron fue Aperol mezclado con lo que parecía ser algún tipo de vino —definitivamente no prosecco— y nada más. No era Aperol Spritz, ni un coctel alternativo… simplemente una mala preparación.
Por suerte, el gin tonic sí salió bien.
También pedimos algo para picar mientras llegaban los alimentos. Lo dimos por hecho porque en la mesa había platos pequeños y cuchillos para untar, ese set que normalmente anuncia pan, totopos o aunque sea unas galletas saladas. El mesero dijo que lo traería, pero nunca llegó.
La atención fue intermitente: largos lapsos sin que nadie se acercara, seguidos de momentos breves de atención que no alcanzaban para equilibrar la experiencia.
La comida estaba bien, correcta, pero el servicio hace que todo se sienta menos afinado de lo que podría ser.