(Google による翻訳)テイスティングメニュー:180ユーロ
ペアリング:80ユーロ
2名様分の合計金額:450ユーロ
ミシュランの星付きレストランには何度も行き、ガイドブックも愛用していますが、デリラントでの体験は、これまでで断然最悪のコスパでした。
• 前菜とパン:第一印象は最悪でした。パサパサで詰め物が入ったオリーブは、まるで冷凍されたかのような味でした。4種類あるはずのパンは、「お腹いっぱいにならないように」と2切れに小さくカットされて出てきました。メニューが長いため、パンは硬くてふわふわしておらず、作りたてではないように感じました。オリーブオイルは3種類提供されましたが、全部試食する機会もなく、1種類しか選べませんでした。おすすめを尋ねましたが、ウェイトレスはどれがマイルドでどれが濃厚なのかを教えてくれませんでした。 • テーマとタイミング:メニューはカルメンの物語を中心に展開されていますが、コース間の待ち時間が長すぎるため、物語は全く意味を失っています。20回以上も注文したため、退屈な体験となりました。
• 商品の質:牡蠣は最悪でした。私は牡蠣が好きで、この値段なら少なくともジラルド産かノルマンディー産の牡蠣を期待していました。ところが、出てきたのは石と脂がたっぷりで、吐き出さざるを得ませんでした。タコには風船が付いていましたが、機械が故障したため、即興で対応しなければなりませんでした。「修理」に5分以上かかり、結果は滑稽でした。片方の皿では風船は7秒間もちましたが、もう片方の皿では不格好な塊になり、ウェイターでさえ「ヤギみたいだ」と笑っていました。このレベルのメニューとしては到底受け入れられません。
• サービスとプロ意識:ダイニングルームは全くプロ意識を欠いています。シェフ自らがソムリエを務めていたのですが、ワインのペアリングを聞かれると「似たようなものばかりです」と一言。何も考えずに選ばざるを得ませんでした。さらにひどいのは、ほとんどすべてのワインにコルクが抜かれていて、中には赤ワインにコルクがはっきりと溢れ出ているものもありました。私が文句を言うと、シェフは古いワインではよくあることだと言い、濾過もしませんでした。
さらに、ウェイターはやり過ぎで、互いに怒鳴り合い、部屋の真ん中で大声で笑い、騒々しく居心地の悪い雰囲気を作り出していました。あるテーブルで一人が大声で料理の説明をしていると、他のテーブルでも同じことが起こり、大騒ぎになってしまい、せっかくの体験が台無しになってしまいました。
• パッとしない料理:メニューには、その強烈なクオリティ、完璧な調理、あるいは本当に驚くような料理など、際立ったものはありませんでした。どれもまずまずで、中には平凡なものもありましたが、記憶に残るものはありませんでした。値段を考えると、どのコースも傑出したクオリティであるべきなのに、そうではありませんでした。 • 価格と結論:2人で450ユーロで、こんなひどいサービス、出来の悪い料理、そして延々と続く下手なメニューは、正直言って法外です。ミシュランの星は見直されるべきです。料理の質もサービスのプロ意識も標準に達していないからです。コースの始めにも終わりにも、コースの内容すら教えてくれません。
バルセロナには、80ユーロから100ユーロで、ここで体験できるものよりもはるかに質の高い、創造性とプロ意識を備えた、真の星付きテイスティングメニューがあります。サロウでは、4~5品の55ユーロのメニューを試しましたが、Delirantoよりはるかに上回っていました。
二度と行きませんし、お勧めもしません。メニューが70~80ユーロだったら、私のレビューは違っていたでしょう。しかし、現在の価格を考えると、これは詐欺であり、これまで訪れた中で最悪のレストランの一つだと思います。
(原文)
Menú degustación: 180 €
Maridaje: 80 €
Cuenta total para 2: 450 €
He visitado muchos restaurantes con estrella Michelin y soy seguidor de la guía, pero la experiencia en Deliranto ha sido, con diferencia, la peor relación calidad-precio que he tenido nunca.
• Aperitivos y pan: La primera impresión fue nefasta: una oliva rellena seca, con sabor a nevera. El pan, supuestamente 4 variedades, llegó en dos rodajitas pequeñas “para no llenarnos” porque el menú es largo. Además, estaba duro, nada esponjoso y daba la sensación de no ser del día. Nos presentaron 3 aceites pero solo podíamos elegir uno, sin ni siquiera darnos la oportunidad de probarlos todos. Pedimos recomendación y la camarera no sabía decirnos ni cuál era más suave ni cuál más intenso.
• Temática y tiempos: El menú gira alrededor de la historia de Carmen, pero la narrativa pierde todo el sentido con unos tiempos de espera larguísimos entre plato y plato. Con más de 20 pases, la experiencia se volvió tediosa.
• Calidad de producto: La ostra fue un desastre. Soy fan de las ostras y, por el precio, esperaba al menos una Gillardeau o una de Normandía. La que sirvieron estaba llena de piedras y grasa; tuve que escupirla. El pulpo llegaba acompañado de un globo de burbujas, pero la máquina se rompió y tuvieron que improvisar. Tardaron más de 5 minutos en “arreglarlo” y el resultado fue ridículo: en un plato el globo duró 7 segundos, en el otro era un pegote deforme del que incluso los camareros se rieron, comentando que parecía una cabra. Inaceptable en un menú de este nivel.
• Servicio y profesionalidad: La sala carece totalmente de profesionalidad. El propio chef actuó de sumiller y, al preguntarle por recomendaciones de maridaje, se limitó a decir que “eran muy similares”, obligándome a escoger a ciegas. Peor aún, casi todos los vinos tenían corcho dentro, incluyendo un tinto con un exceso evidente. Al quejarme, el chef me dijo que era normal en vinos viejos, sin molestarse en filtrarlo.
Además, los camareros se sobrepasan: se gritan entre ellos, se ríen fuertemente en medio de la sala y llegan a generar un ambiente ruidoso e incómodo. Mientras uno explica un plato con la voz muy elevada en una mesa, en otras ocurre lo mismo, y se forma una auténtica bola de ruido que arruina la experiencia.
• Platos sin brillo: En ningún momento del menú hubo un plato que realmente destacara por su brutal calidad, por una elaboración impecable o por sorprender de verdad. Todos eran correctos, algunos incluso mediocres, pero ninguno memorable. Por el precio que se paga, cada pase debería ser de una calidad sobresaliente, y no lo fue.
• Precio y conclusión: 450 € para dos personas por un servicio tan deficiente, platos mal ejecutados y un menú interminable y mal planteado es, sencillamente, una barbaridad. La estrella Michelin debería ser revisada, porque ni la calidad de la comida ni la profesionalidad del servicio están a la altura. Ni siquiera te dicen los pases que te ponen ni al principio ni al final.
En Barcelona existen menús degustación con estrella real, entre 80 € y 100 €, que ofrecen calidad, creatividad y profesionalidad muy por encima de lo que se vive aquí. Sin ir más lejos, en Salou mismo he probado un menú de 55 € con 4-5 platos que le da mil vueltas a Deliranto.
No volveré y no lo recomiendo. Si el menú costara 70-80 €, mi reseña sería distinta. Pero al precio actual, lo considero un engaño y uno de los peores restaurantes en los que he estado.